lunes, 24 de septiembre de 2007

Odisea de un Jornalero del Mundo 2a. Parte

Señores gusto en saludarlos. Estamos hablando de nuestro Jornalero del Mundo, de un gran hombre que dejo huella, que dejó sus mejores frutos, en compañía de su magnífica esposa a lo largo de 32 años de coexistencia, amor y buena voluntad. Recomiendo leerlo pausadamente, con mucho cariño, con todo respeto, con ánimo desprevenido, para luego armar, si es el caso, un dialogo atractivo y constructivo que hayan podido originar estas ideas y vivencias de nuestro querido protagonista.-
Bueno, en aquella actividad de la mercancía prohibida, necesariamente tengo que contarles dos pasajes, bien particulares y ácidos, que a mí me marcaron y a nuestro jornalero resquebrajaron momentáneamente. En el primero fue con la pérdida ò extravío de cuatro camiones repletos de la harina de la que ya hemos hablado. Para nuestro Jornalero era una agonía total, era toda su fortuna y toda su responsabilidad. A la casa de la Calle 9ª llegaron los sujetos que estaban al mando y comando de las acciones de trafico dentro de la ciudad querían y el propósito de ellos era tramarlo, meterle cuento, porque lo único que se escuchaba eran vociferaciones pacíficas de parte y parte, pero NO. Nuestro Jornalero reaccionó de un momento a otro, cerró las puertas de salida de la casa y les puso llave. Los tres susodichos sujetos quedaron por decirlo de alguna manera, apresados en la casa. El Jornalero buscó su revólver con mucha rabia y se devolvió contra ellos amenazándoles y diciéndoles con voz recia y firme “Señores me van a decir dónde está la mercancía y me la van a entregar ya, ò tendré que hacer uso de esta arma” y les los hombres fueron acorralados en la puerta de salida. Yo estuve mirando y escuchando todos estos
acontecimientos desde todas las esquinas y recovecos de la casa. Arreglaron el asunto con un porcentaje algo mayor que el pactado porque era la única manera sana de salir avante en este grave problema. Se fueron los cuatro a entregar y recibir la famosa harina. A DIOS gracias. Era harina y la harina no era de otro costal.
El segundo episodio lo supe porque en parte me lo contó y otra parte lo escuché en conversaciones con sus amigos de aquella actividad que comenzaba a desmoronarse presentaba pérdidas y al menor descuido podía sucumbir. Nuestro Jornalero viajó mucho con motivo de este negocio y por supuesto tuvo que encontrar sinnúmero de personas amigas y enemigas aprovechadas y aprovechables. Estuvo en Centroamérica, en las Bahamas, en Aruba y Curasao, en Jamaica y aquí en Colombia en toda la Costa Caribe incluyendo Puerto Colombia por obvias razones, en Cúcuta, Bogotá, una que otra vez llegaron por el Pacífico, Buenaventura y Tumaco. Por algún motivo, en estas correrías, llegó a entablar amistad con el dueño del periódico, El Diario de la Frontera, de Cúcuta y tanto fue esa mentada relación que este Señor le encontró el lado flaco a nuestro Jornalero y a sabiendas de que estaba boyante le tiró el sablazo por una buena cantidad de dinero en calidad de préstamo si Señores, el Jornalero por ser buena y magnifica persona le concedió la costosa solicitud. Pasó el tiempo y ese Señor si que le mamó gallo…Nunca le pagó, mi Jornalero le hizo varios viajes para cobrarle pero NO… lo robó.-
Todo empezaba a diluirse a desaparecer se veía llegar una pequeña banca-rota lo escribo así para que se entienda que esto no lo amilanaba y es verdad no se amilanó buscó otra fuente de ingresos y se inventó el fabricar repisas de madera, desde luego de diferentes modalidades, mediante una máquina ò sierra circular con la cual cortaba los formatos luego las pintaba y a ofrecer y vender por docenas o por unidades como fuera, qué carajo, pero que va esto no duró arriba de seis meses no daba dividendos
Se enroló entonces con el Señor Chona, un señor adinerado de la ciudad, a quien le propuso fabricar camas para clínicas y hospitales ya que nuestro Jornalero había visto, previas investigaciones, que las utilizadas en ese entonces tenían ciertos defectos y podían mejorarse. El Señor Chona se percató del negocio con la debida y concienzuda visión y aceptó el reto como se dice ahora cuando se quiere llevar a cabo una proeza de grandes magnitudes. Así empezó la Empresa “Manufacturas Metálicas Chonaico” el Señor Chona era el Socio Capitalista el Jornalero el Socio Industrial (Las desventajas que da la Vida) y cuando toca…..toca.-
Mi Jornalero pintó excelente, mejoró su imagen y superó su modus vivendi mas no tanto su modus operandi pues eso de ser y no ser siempre ocasiona dificultades y desventajas que se convertían en menores ganancias materiales, pues, las espirituales permanecían intactas. La Empresa marchaba a las mil maravillas tanto que se diversificó y empezaron a manufacturar sillas y escritorios para oficina y las ventas se multiplicaron a tal punto que los productos eran solicitados por consumidores y distribuidores nacionales. Todo salía a pedir de boca las ganancias eran muy buenas. Eran excelentes, eran tan excelentes que el Señor Chona empezó a atacar al Jornalero, a demeritarle su trabajo, a tratarlo indebidamente, con grosería y mi Jornalero optó por retirarse con un formal y debido arreglo. Era lo más prudente, lo más conveniente, lo más indicado.
No hay mal que por bien no venga y nuestro Jornalero prevenido ya había avizorado un negocio de ferretería solo que no era en la ciudad sino, fuera de ella, en la vecina Población de Rionegro y surgía el temor de los trapos azul y rojo que para ese entonces eran motivo de vida y muerte. En Rionegro se agitaba con gran pasión el trapo rojo y del Jornalero se conocía su acercamiento al trapo azul. Caramba. Pero el Jornalero tenía unos ases bajo la manga, su cortesía, su don de gente, su alegría y ese ánimo
desprevenido de caerle bien a todos. Así cayó, como en paracaídas, en Rionegro y le fue bien, pa’que le digo, la ferretería tenía de todo, como en botica, y le llegaban ciudadanos y ciudadanas a negociar toda clase de artículos para reparación, construcción, caza, tiro y pesca, hasta el juego del 5 y 6 se vendía allí. La gente se encontraba a gusto con el nuevo vecino y admiraba y disfrutaba de sus capacidades de negociante y proveedor. Así pasaron 2 y 3 y 4 años y el negocio se mantenía solo mostraba una pequeña gran dificultad. Radicaba el problema en que la actividad bien ejecutada, bien realizada, requería de la atención desde temprano en la mañana y para ello tenía que pernoctar en el sitio y lo más indicado era dormir en el negocio primero para cuidarlo y segundo para no producir gastos de hospedaje. Por esta causa y razón nuestro Jornalero de la Vida empezó a flaquear esos viajes tempranito en la mañana para llegar a abrir el negocio y el viaje en la tarde para regresar a su casita comenzaron a hacer mella y fue cuando aparecieron Lucila y Marcos que resultaron encargándose de los últimos suspiros de este negocio por lo menos durante seis meses estuvieron atendiéndolo, mal que bien, con muy buena voluntad. Mientras tanto el Jornalero ya había comenzado un nuevo trabajo se alió nuevamente con Elvirita y reiniciaron la industria del dulce con un agregado la elaboración de tamales estas actividades hicieron necesario el reclutamiento de varias personas para poder desarrollarlo eficaz y eficientemente recuerdo a Transito pero hay más.-
Mas luego se terminó la producción de dulce para poder entregarse de lleno a la de los tamales que tenían buena demanda localmente y en Bogotá. Tanta fue la venta en Bogotà que fueron encargados Jairo y otras personas para la distribución en esa ciudad, el negocio marchaba bien pero se atravesaron circunstancias muy especiales y transcendentales que conmovieron el alma y el corazón de nuestro Jornalero, la muerte de Gustavo su hijo menor, muy querido. La muerte de Bertha, su amada esposa, la muerte de otros grandes amigos contemporáneos y los conflictos y tristes momentos que acontecieron ò fueron aconteciendo al interior de ese hogar que los momentos alegres y llenos de éxitos satisfacciones y triunfos de sus demás hijos e hijas no lograban romper la amargura de su atribulada mente, de su corazón aniquilado, no se le notaba ò muy poco se le notaba y él seguía en sus quehaceres con uno que otro chiste, uno que otro tarareo de sus tangos preferidos, con los cuales tuvo instantáneas de sueños y de amores. Poco a poco se acababa una gran tarea, poco a poco se acababan las ilusiones y hasta los mismos deseos de vivir pero en su alma y en su corazón permanecían los mejores recuerdos de sus pasos, de su caminar por este mundo. Sus hijos, sus nietos, sus amigos, su familia, sus familiares son los testigos de su trabajo, de su ODISEA dirigida y bendecida por el Dueño de la Vida que lo acompañó hasta el final y lo seguirá acompañando por los siglos de los siglos. Como DIOS así lo ha querido. Y seguro que por allá nos hemos de encontrar.-
POSDATA. No puedo dejar de contar ò hacer saber que el Jornalero del Mundo tuvo otras actividades que no las se ubicar cronológicamente pero que muestran el afán de estar siempre vigente con las cuentas claras (y el chocolate espeso) pues era muy amigo de los bancos y gustaba yo diría gozaba con su cuenta corriente en el Banco Comercial Antioqueño era muy importante para él mantener este status.
Tuvo dos fuentes de soda (ahora cafeterías) una en la Cra 16 llegando a la Clle 34 y la otra en la Cra 15 cerca a la esquina de la 33, tuvo tienda en una esquina de la Plaza de la Concordia y para variar fue fabricante de chicha, con nobles propósitos, para los bazares de la Parroquia Cristo Rey, de los Dominicos, todo un auténtico jornalero del mundo, pa’l mundo.-
Les agradezco sus comentario sobre este pequeño trabajo dedicado a la Familia Ramírez García, Amigos y Familiares.-
Ojalá alguien se encargara de recopilar fotos de aquellas épocas para hacer un collage ò un mosaico de invaluable valor y consideración.-
Aqui un Tango de sus Preferencias.-

sábado, 15 de septiembre de 2007

El Amor y la Amistad


Odisea de un Jornalero del Mundo


Hace tal vez mas de setenta años comenzaba una odisea que había nacido veintipico años atrás en un pueblito cercano a la ciudad de Bucaramanga. Por aquel tiempo como que los rastros de la guerra mundial sumados a nuestras propias dificultades de muertes fratricidas sembraban el horror y el terror en la gran mayoría de hombres y mujeres del mundo y de la localidad y esto ocasionaba incertidumbre, desasosiego y ansiedad en todos sus rostros y en sus corazones. Se llegó a pensar que todo ò nada era de una vez ò nunca llegaría a ser. Ese fue el teorema de aquella odisea para que pudiera empezar, para que pudiera suceder, para que hubieran frutos y por supuesto que los hubo.- De esta manera comenzó la vida de un hombre que daría mucho que hacer, mucho que decir, en todas las bocas de muchas mujeres y hombres del entorno en que se movilizaba, departía y compartía.
Todo iba resultando de primera mano pero, de todas maneras, la aventura no faltaba pues el dinero era necesario, como siempre lo ha sido, y se hacía incuestionable trabajar buscar la manera de sobrevivir para poder vivir, poder convivir, y gozar de los dulces sortilegios que los amantes desesperados de aquel entonces querían encontrar en la pareja que tenían a su lado, en un momento cualquiera. Pero todo iba pasando y continuaba el trabajo, la brega, la melodía de arrabal sonaba y por una cabeza aquel hombre todas las ganaba y si caía se levantaba para conseguír un dichoso empate.-
Lo recuerdo en primera instancia como dueño y/ò administrador de una lavandería ò como llamaban en aquella época una tintorería recuerdo que junto a su hermano cercano trabajaban en el sitio haciendo los debidos mantenimientos y preparativos para que las cuatro ò cinco trabajadoras, que lavaban y planchaban la ropa de la gente pudiente de la época que quería tener su pantalón y su camisa muy bien lavados planchados y almidonados sobretodo ALMIDONADOS, acometieran sus oficios a cabalidad y si era el arreglo de un vestido completo ni se diga. No se arreglaba ninguna clase de ropa de mujer para ese entonces. No se que pasó pero el negocio no pudo continuar y alcanzó a durar dos años mas ò menos. Sinembargo la aventura continuaba tenía que ser así no había otra, fue entonces cuando comenzó a mostrar sus dotes de negociante, de abarrotero, de ferretero, de vendedor de granos, lo conocí también como herrero y hasta de carpintero y ebanista y mas luego por azares del destino como dicen se volvería contrabandista, la verraquera, se le midió a todo y a todas las circunstancias en que estuvo le sacó buena tajada yo diría que tajada y media y hasta mas veamos estos sucesos.-
Después de la tintorería vinieron altibajos pero ninguno que menoscabara la fortaleza, el ímpetu, la fe y la esperanza de este gran jornalero del mundo (en adelante así será llamado) me acuerdo que tuvo una herrería donde lo que más me llamaba la atención era la postura ò montaje de las herraduras a los caballos que en ese tiempo eran tan de moda entre los mandamases que siempre han estado entre nosotros y pues lógico uno que otro de la clase medio media que tenían sus derechos y su corazoncito. Esa vaina ò mejor ese trabajo era chévere dadas las circunstancias en las cuales se desarrollaba, ningún transporte masivo, ningún taxi, ninguna moto, ni siquiera bicicletas, nada que representara una mejor ganancia para sobrevivir y establecerse. El negocio se quedaba en eso darle palmaditas a la cheveridad. Por este motivo y otros mas había que buscar otra perspectiva, otro trabajo que rindiera algo más y mejor y a fe que si llegó, con su hermano instalaron, cada uno, un negocito de víveres en la Plaza de Mercado un negocio, yo diría, no a la altura de su ímpetu y su fogosidad pero, tal vez en esos momentos, un negocio que brindaba unos buenos dividendos para ese entonces y mejor que la herrería. La guerra continuaba no podía detenerse y es que él tampoco lo quería su temperamento le exigía actuar como fuera, como pudiera ser, para conseguir los mejores propósitos en la vida su trabajo era el deseo de vivir bien y/ò mejor. Y así mejorando cada vez mas llegó a La Tienda La Placita, una tienda de barrio, en una esquina de una barriada de mujeres en disputa que vivían ejerciendo el famoso y vilipendiado trabajo u oficio más viejo del mundo. Muy queridas ellas. Por ahí cerquita estaba también la escuela San Mateo que conocí por aquello de querer mejorar la calidad de vida que llaman ahora. Esa tienda era lo máximo había de todo y yo no se porque en esa misma esquina, en aquella misma tienda, apareció (por así decirlo) Elvirita y con Elvirita el negocio de los dulces que ricura, dulces de leche, de sidra, de apio, dulces de arroz, de guayaba, de dos pisos de tres pisos y claro yo, ni corto ni perezoso, haciendo mis rasguños por los laditos para saber cuan sabrosos eran los tales dulces. Muy sabrosos si señor pa’que les cuento.-
Ah pero yo me adelanté a los acontecimientos, olvidé mencionar que en el transcurso de ese tiempo, entre la tintorería y la herrería, este personaje de nuestros ancestros contrajo matrimonio, pues a decir verdad, ya tenía la hora para que sentara cabeza y lo confirmaban los padres suyos, ò abuelos nuestros, cuando decían este señor ya ha hecho de todo y ha saboreado todo, que pasa que no se casa, que no sienta cabeza, y ahora que tiene como novia esa muchacha tan linda y tan de buena familia tenemos que empujarlo. Mis abuelos eran jodidisimos y pa’esas vainas como que mas, pues si..Se casó. La verdad yo no estuve en el matrimonio porque no me invitaron pero tuvo que ser magnifico el que sepa de esto puede comunicar para agregarlo con un continuará, en un comentario.-
Bueno los negocios mejoraron con la tienda La Placita y los dulces, ricos dulces, de Elvirita tambien complementaban los ingresos. Empezaron algo así como los años de las vacas gordas, no obstante, la inquietud del jornalero del mundo lo llevó a conocer gente, mucha gente, que podría en un momento dado hacer cambiar el rumbo de su vida y la de las personas de su entorno, mientras tanto la tienda proseguía sus ventas LA PLACITA configuraba su nombre en la medida que el tiempo pasaba produciendo como una plaza de mercado real y verdadera con todas sus verduras y tubérculos. No se podía quejar nadie, no había motivos, no había razones y en la escuela todo marchaba a las mil maravillas con las maestras y profesores que enseñaban todo todito todo, pa’que mas.
Bien, a raíz de las relaciones pùblicas que el jornalero practicò durante este perìodo de tiempo fuè como conoció a Don Pedro Luis Suarez un caballero que lo indujo a tomar acciones y ahondar conocimientos en el comercio de viveres y por supuesto a ser el administrador de el Depòsito-Granero EL VESUBIO de la Cra 16 entre clles 33 y 34 donde logró grandes éxitos y satisfaciones, alli contaba con dos secretarias y dos auxiliares ayudantes de despacho de mercancías y especies. Magnifico. No obstante, el tiempo seguía su marcha y ya era padre de cuatro hijos. Nuestro jornalero no podía aflojar el acelerador al contrario debía multiplicarse y así lo hizo se multiplicó pues además de administrar el negocio de víveres empezó una actividad que más tarde lo absorbería totalmente y que fue patrocinada inicialmente por Don Pedro, por debajo de cuerda, el negocio por así llamarlo pintaba bien muy efectivo y productivo, el asunto consistía en pasar, en transportar harina de trigo (pa’hacer el pan y los ponqués, imagínense) desde Estados Unidos ò Centroamérica por entre las aduanas que existían en cada País mediante diferentes modalidades que se presentaban en el mismo momento de la llegada del camión a la aduana, que yo sepa el pase se daba por dinero (y tanto según el marrano) ò por especias ò por la acomodación, con todos los gastos pagos, en una buena taberna con buenas mujeres por supuesto. Bueno y se iba pasando hasta llegar a la ciudad de Bucaramanga donde ya estaba distribuida y vendida a los diferentes consumidores que, como se dice vulgarmente, la devoraban como un pan en la puerta del horno.- Para los Diciembres, la cosa cambiaba, los camiones los abarrotaban de juguetes ante todo japoneses así fue como conocí y palpé los carritos y taxis y camiones de cuerda, habían también muñecas y muñecos y de todo lo que Uds. todavía ven en las ventas de las Plazas de Mercado y San Andresitos ya por supuesto esta clase de mercancía es la de los pobres no como en ese entonces que se contrabandeaba porque era pa’venderle a los que tenían dinero boyante y sobrante. Fueron articulos de lujo, de primera linea.-
Creo que tengo que decirles que pasen a la siguiente página y que si hay alguna corrección hacerla saber por cualquier vía expedita.
Continuarà con los problemas, las por las buenas y las por las malas, la ebanisterìa, los muebles metàlicos, la ferreterìa en Rionegro, hasta llegar a los deliciosos tamales. Espero comentarios.-
Abrazos
MarkoManias

viernes, 7 de septiembre de 2007

El AMOR y la AMISTAD


Amistoso
saludo.
Como
todos
sabemos
este mes
que està
pasando
no podemos dejarlo transcurrir desapercibido no podemos dejar que pase sin demostrar algùn sentimiento de cariño y de fraternal devocion por todos nuestros seres queridos por nuestra familia nuestros hijos nuestros nietos nuestros amigos aun tambien por nuestros enemigos y en fin por todos los compañeros de la vida, a todos ellos mi inconmensurable mensaje de paz y de regocijo para su corazon para su alma.
Con Mucho *Sabor a Mi* le dedico A Mis Amigos estos trozos de pàgina virtuales plenos de alegrìa y de gozo corporales.
Cordialmente;
MarkoManias.